#ElPerúQueQueremos

Israel condena acuerdo nuclear con Irán

Para las autoridades israelíes Occidente ha cometido un grave error al pactar con un país que es conocido por engañar y patrocinar el terrorismo.

Publicado: 2015-07-14

Jerusalén.- Israel ha tenido una mañana de pesadilla. Los primeros rayos de sol empezaban a calentar este martes cuando una noticia proveniente de Europa cayó como un baldazo de agua fría: En un viejo palacete austro húngaro de Viena las potencias aliadas llegaron a un acuerdo final nuclear con Irán. 

La noticia que ha despertado vítores en el Viejo Continente porque supone una “victoria de la diplomacia y la paz” es vista, sin embargo, con recelo por las autoridades del Estado judío y la mayoría de la población –el rechazo supera el 60% según sondeos–.

El asunto lo ha resumido muy bien hoy el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien declaró que el acuerdo es un “grave error de proporciones históricas” porque se ha decidido confiar en un Estado y unas autoridades equivocadas.

Para los israelíes se ha repetido el mismo error histórico que cometió en 1938 el primer ministro británico Neville Chamberlain cuando firmó un acuerdo con Adolfo Hitler, cerceando el territorio checoslovaco en aras de una paz en Europa. No sirvió de nada. En menos de un año el Furher invadió Polonia y sumió al mundo en una guerra que dejó más de 60 millones de muertos.

Lo firmado hoy en Viena, sin embargo, ha sido mucho más complejo y tomó más tiempo que la conferencia entre Chamberlain y Hitler. Se necesitaron 21 meses de difíciles conversaciones entre Irán y seis potencias internacionales (China, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania Rusia) para lograr un acuerdo que tiene apenas 20 hojas principales y unas 80 de anexos.

Entre los principales puntos tenemos:

a.  Las potencias le reconocen a Irán el “derecho” de poseer tecnología nuclear, bajo el amparo de las regulaciones internacionales establecidas en la ONU y su Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

b.  Este derecho se da exclusivamente al “uso pacífico” y “civil” para proporcionar recursos energéticos a un país que piensa en un futuro sin recursos petrolíferos. En realidad, el programa nuclear iraní comenzó en la década de los 70 cuando el entonces Sha Reza Pahlevi pidió la ayuda de su mejor aliado en el mundo: los EEUU. Cuando la Revolución Islamista ganó en 1979, Washington sabía que tendría problemas por lo que había dado hasta entonces.

c.  Irán tendrá que eliminar con supervisión internacional dos tercios de sus 19,000 centrifugadoras que producen uranio enriquecido, un elemento importante más no determinante para fabricar armas nucleares. Teherán tampoco podrá enriquecer más uranio en los 15 próximos años.

d.  El acuerdo también mantiene un embargo de armas contra Teherán para los próximos cinco años y de ocho en el caso de misiles balísticos.

Tanto Irán como los aliados han señalado que el acuerdo no es el mejor pero alcanza un punto de equilibrio satisfactorio. Disminuye la tensión militar en la zona que causaba el programa nuclear iraní y le da a Teherán un respiro por las sanciones económicas que sufre y que han puesto de rodillas su economía local.

Para Israel, en cambio la situación es distinta porque no se lograron aspectos fundamentales. Por ejemplo, que Irán renuncie al enriquecimiento de uranio en su territorio de manera definitiva y que los observadores internacionales tengan acceso ilimitado, en tiempo y espacio, a las instalaciones nucleares iraníes.

EEUU e Irán empezarán a descongelar relaciones  tras el acuerdo.

Nada confiable

Razones para la desconfianza israelí hay y muchas. En el pasado Teherán ya ocultó evidencia a la ONU sobre sus avances en su programa nuclear y los principales servicios de inteligencia señalan que hay pruebas de que los iraníes están en encaminados en la elaboración de armamento atómico.

Israel sabe que Irán se arma con un objetivo claro: la destrucción del Estado judío. Según Netanyahu, ni EEUU, ni Europa, ni Rusia, ni China están en la mira militar de los iraníes que patrocinan desde hace años a muchos grupos terroristas como Hezbollah y Hamas.

Se calcula que Hezbollah tiene unos 14,000 misiles de mediano alcance apuntando desde el Líbano a las localidades del norte de Israel. Sin contar, que Teherán se está haciendo de tecnología norcoreana para la fabricación de misiles balísticos de largo alcance que, cargados con material nuclear, pueden llegar en pocos minutos y destruir ciudades enteras en Israel.

Israel critica incluso la validez moral de firmar un acuerdo con un país que, por lo bajo y en la sombra, forma alianzas para atentar contra objetivos judíos.

A estos temores se unen los mismos países árabes que ven con preocupación que Irán pueda reacomodarse en la región y quiera alzarse como el líder del mundo musulmán. Una teocracia chiíta que desestabiliza a países moderados suniítas como Arabia Saudita o Egipto.

El acuerdo nuclear iraní también resquebraja la alianza entre Israel y EEUU. Nunca antes un presidente estadunidense había tensado tanto las relaciones con Jerusalén como lo está haciendo Barack Obama.

En los pasillos de la cancillería israelí dicen que EEUU podría empezar a descongelar su relación con Irán en aras de ganar la lucha contra ISIS. Un panorama inimaginable hasta hace dos años en que los viejos enemigos podrían terminar compartiendo un escenario de batalla, pero esta vez no frente a frente, sino lado a lado.

¿Y la posibilidad de que Israel ataque unilateralmente las instalaciones nucleares de Irán? Con lo firmado hoy en Viena y con los ánimos pro paz al tope, parece algo muy lejano, y quizá hasta de locos. 

Preguntas y consultas a tierraprometidapost@gmail.com 

Chamberlain y Hitler en un encuentro  de VERGÜENZA en 1938. 


Escrito por

Sergio Paz Murga

Periodista internacional y docente de comunicaciones. Hablo español, inglés, italiano y hebreo. Mi base de operaciones es Medio Oriente.


Publicado en

Tierra prometida

Crónicas periodísticas para entender el conflicto árabe-israelí.